Homenaje a Leopoldo que me llevó a casa en el caño de la playera, haciendome sentir una niña nuevamente.
Yo creo que hoy deben haberle cortado las piernas por exceso de esfuerzo físico.
Gracias, santo, por semejante demostración de afecto!
miércoles, 17 de marzo de 2010
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