Hoy empecé el día como esos días que jamás debería uno salir de la cama pero tenia que salir, ir a la facultad a las 7, tomar mi vaija, alcanzar el buque, llegar a Colonia y tomar el micro a Montevideo.
Resulta que me quedé un poco dormida así que corrí (después de esos sueños que no esta bueno tener porque uno se levanta con, al menos, nostalgia) y llegué, después tomé un taxi hasta buquebus y en eso se rompe el taxi, como estaba llegando justa de tiempo me bajé, pagué mi deuda y empecé a andar ligero con la valija a cuestas...
En el camino se me traba la valija y chau rueditas un desparramo de quilombo me dejó desmotorizada en medio de la vía pública, apurada y con una carga cuyo peso me costaba sostener mientras corría...
Llego a la terminal de buques e increiblemente no había gente en la cola del pre embarque, despaché la maleta maldita y subí a esperar el embarque que se demoro infinitamente porque una Gaciela norecuerdoelapellido no iba a acomodar su auto en el buque, muy a pesar de los llamados por altoparlantes que le sugerian que fuera de una buena vez.
Después de varios "ultimo llamado a Graciela" embarcamos, pero que viaje pegamos! Yo hasta me descompuse que es poco usual en mi, pero bueno sobre las 14.30 hora uruguaya ya estaba en Colonia.
Subo al micro y un anciano habia apartado el lugar que quedaba junto a mi y me ofreció amablemente la ventanilla, privilegio que me pareció que no estaba entre mis derechos así qeu desistí (además me moria de sueño e iba a quedar mal que me quede en la ventanilla para dormir).
Minutos después de comenzado el viaje estaba congelandome, como se imaginaran de llevar abrigo ni hablar, asi que me hice una bolita y me tapé con la mochila como pude. El anciano de al lado sintió tanta pena por mi que me dio uno de sus abrigos meintras me contaba que el estaba recién llegado de Italia y que allá hace mucho más frio y tenia abrigo de más en su equipaje de mano.
Me abrigue con la ropa del señor y dormí una siesta genial. Después me desperté y me pareció correcto conversar con mi compañero de viaje que me conto de sus hijos en Italia de que su madre Uruguaya estaba enferma y por eso volvía y de las dificultades del matrimonio y el posterior divorcio. Charlamos un rato y después se bajó (el bajaba antes que yo) no sin antes ofrecerme regalarme el abrigo o que me lo quede y en otro momento de la vida se lo devolvería (argumentando que yo no tenía cara de ladrona de abrigos).
Llegué al hotel y cuando estoy entrando una cara familiar me recibe, uno de los chicos que oportunamente había conocido en mi viaje a Colonia hace como 2 años y medio estaba trabajando en el Hotel en el que tengo que trabajar esta semana, se que suena a que es una pavada pero me alegro ver una cara conocida!
Además de eso mañana almuerzo con Magu que esta aquí en Uruguey! Yeah!
"The little things... there's nothing bigger, is there?" - Vanila Sky
lunes, 22 de febrero de 2010
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