Una vez que la cita dió por concluida me acompañó a casa donde estaban mis amigas que justo estaban en la puerta despidiéndose así que tuvieron el placer, genial cierre todos juntos en el palier!
Después de eso un día llego un mensaje acusándome de mentirosa por haber proclamado amor por una sonrisa de la que facilmente me había olvidado.
Dicha acusación fue respondida, esta claro que la sonrisa sigue siendo digna de amor, el problema era todo el resto (igual lo dije con palabras más lindas).
Tiempo después cuando me disponía a salir a tomar unas cervezas con amigos una voz por la calle me dice "Romina" llamando mi atención.
Cuando me doy vuelta era Apu que estaba ahi parado con una caja, cuyo contenido para mi era un misterio.
Charlamos un rato de sus cosas las mias, una charla de esas que son bastante incomodas pero duran un rato. Para salir de la incomodidad y porque soy una curiosa incurable le pregunte por su caja.
R: Y esa caja, que traes ahi?
A: Un batman.
R: Un que?
A: Un murcielago, lo encontré medio moribundo.
R: Y lo estas llevando en esa caja?
A: Si, queres verlo? Lo quiero curar...
R: No, no quiero verlo. Mejor me voy. Chau
A: Bueno... Chau.
Esa noche salimos con los chicos, terminamos en costanera bajoneando una bondiola, como debe ser cualquier final digno de una noche como aquella.
Entre la espera de mi sanguche de vegetales y huevo y sus bondiolas y mientras elegíamos cual era el mejor carrito llega un mensaje de Apu. La secuencia de mensajes fue, más o menos, así:
A: Estas despierta?
R: Si, paso algo?
A: No queria saber, porque estoy cerca...
R: De donde? Yo no estoy en casa.
A: Estoy en la puerta de tu casa, bajas y hablamos?
R: Te decia que no estoy en casa y falta un rato para que vuelva...
A: Entiendo, perdona, soy un boludo...
Desde entonces que no supe más de el y no, no me animo a ir a comer al restaurant hindu.
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