No siempre nos pasa que un chico se dedique a escribirnos algo, una vez me pasó...
Cenicienta
Se escuchan campanadas a lo lejos
suenan como verdugos sonoros de mi amor
doce, las doce, esas malditas doce
cuando el batifondo de los cabarets aburre
y la burguesía sangra en la cenavo
y buscando en mi soledad el tótem
donde poder llorar todas mis penas
el poeta tenía razón
el amor espera...
creo verte y encontrarte en cada beso
pero siempre cambiás tu cara y te vas
siento tus pasos de campanadas rítmicas
que anuncian tus varias despedidas
que enfrían y endurecen el corazón
y lo guardan para otra ocasión
se hace difícil que te armen con tantos nombres y piernas
¿es posible que me obliguen a recordarte desde penas?
nunca robás la misma
pero siempre te siento igual
se me transforma en rutinala gran magia semental
y si alguna vez te llego a enamorar
quizá mi amor, las cosas cambiarán
la hipocresía aggiornada al lugar
apagará sus dóciles maneras de amar
las prostitutas se quemarán
y arderán en sus propias siliconas...
ya dejarás de dispersarte
en cada labio que bese
y dejarás de recrearte
en cada cuerpo que usurpe
serás única.
sábado, 17 de julio de 2010
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