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domingo, 24 de enero de 2010

stalker

Hace aproximadamente un año a lo sumo año y medio conocí un chico en el colectivo, al que jamas volví a ver, solo hemos tenido esporádico contacto vía msn o sms...

Un viaje de trabajo a Montevideo me hizo sentir sola en una ciudad ajena y este muchacho estaba alli en Uruguay igual que yo y me pareció buena idea dar un paseo o algo asi, ergo retomamos contacto pero no concretamos ninguna salida...

Ya en Buenos Aires de regreso, el pasado sábado nos disponíamos con gente linda a terminar unas cervezas en casa e ir a perrear al ritmo de Kumbia Queers cuando llega un mensaje de este muchacho preguntando que estaba yo haciendo y si tenia ganas de que nos viéramos.

La respuesta al mensaje fue que estabamos en casa con esta muchachada dispuestos a salir, que no iba a poder existir ninguna cita entre nosotros, esto se aclaró en algo así como 3 o 4 mensajes con el mismo contenido.

Yo creí que lo había entendido.

Caminamos hasta la parada del 140 (que maravillosamente tenía aire acondicionado, el futuro no muy lejano!) y emprendimos nuestro viaje.
Cuando creiamos que nos habíamos pasado (ciertamente estaba a punto de suceder) el chofer nos alerta a que nos bajemos y una voz detras de mí me llama por mi nombre.

Cuando me doy vuelta, casualmente, era este muchacho que estaba compartiendo el mismo medio de transporte público! Me despido rapidamente porque ya estabamos alertados de que teníamos que bajar y seguimos nuestro viaje a pie rumbo a la fiesta parrillera.

Mensaje del muchacho que decia algo como que si no me di cuenta quien era o si no me gustó lo que ví, de todos modos me quedé sin batería (suceso más que usual en mi rutina).

Llegamos a la parrilla en la que se daría el divertidisimo recital y nos tomamos una cerveza que trajo Lechi.

Una vez acabada dicha cerveza llego mi turno de ir a la barra por la siguiente y una Coca para Magu.

Mientras estoy en la barra comprando Lechi pasa para el baño y Magu se me acerca a la barra y con cara muy rara me dice "el chico del colectivo está aca, parado en la puerta".

Lo que Magu decía estaba sucediendo, literalmente, estaba ahi parado.

Le dí las dos botellas a Magu para que fuera con Ana a la mesa y me quede explicándole al muchacho que, desconozco como llegó al lugar donde yo estaba como media hora más tarde que yo técnicamente sin haberme seguido, que no íbamos a compartir la salida.

El muchacho me acusó de estar yo siguiéndolo porque me tomé "su" colectivo y todo se volvió muy confuso y confieso que tuve miedo, un miedo extraño pero miedo al fin.

El joven entendió y se retiro.

Lechi volvió del baño indignado por haberse perdido toda la secuencia.

Pasa en las películas, (evidentemente) pasa en la vida real!

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